sábado, 31 de enero de 2009

La Verdadera deuda Externa !!!


Exposición del Cacique Guaicaipuro Cuatemoc

Ante la reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Económica Europea.


Con lenguaje simple, que era transmitido en traducción simultánea a cerca de un centenar de Jefes de Estado, el Cacique Guaicaipuro Cuatemoc logró inquietar a su audiencia cuando dijo:


Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuatemoc he venido a encontrar a los que celebran el encuentro. Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace tan solo quinientos años.

Así pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante. Pues nunca tendremos otra cosa.


El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme.


El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento.

Yo los voy descubriendo.


También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses. Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año de 1.503 y 1.660 llegaron a San Lucas de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata procedentes de América.


¿Saqueo? No ¡lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su quinto, sexto y séptimo mandamiento.


¿Explotación? Eso sería dar crédito a calumniadores, como Bartolomé de las Casas que califican el encuentro como destrucción de las Indias, o a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización se deben a la inundación de metales preciosos.


¡ No ¡ Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos prestamos amigables de América, destinados al desarrollo de la Civilización. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no de exigir la devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios.


Yo, Guaicaipuro Cuatemoc, prefiero pensar en la menos ofensiva de las hipótesis.


Tan fabulosa exportación de capitales no fue más que el inicio de un plan MARSHALLTESUMA, para garantizar la reconstrucción de la barbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras por su fe contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización.


Por eso al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos: ¿ Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indo Americano Internacional?.


Deploramos decir que no. En lo estratégico lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en construir Vaticanos, Armadas Invencibles, en Terceros Reich y otras formas mas sofisticadas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como en Panamá, pero sin canal.

En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto el cancelar el capital y sus intereses, tanto en independizarse de las rentas liquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el Tercer Mundo.


Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Fiedman según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar, y nos obliga a reclamarles, por su propio bien, el pago del capital y los intereses que tan generosamente hemos demorado todos estos siglos en cobrar.

Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a nuestros hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta del 30 por ciento de interés, que los hermanos europeos y el F.M.I. le cobran a los pueblos del Tercer Mundo.


Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10 % acumulado solo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia.

Sobre esta base, y aplicando la formula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores y demás asociados, que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de 300.


Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso de la Tierra. Muy pesadas, son esas moles de oro y plata.

¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre?


Aducir que Europa y el Primer Mundo, en medio milenio no ha podido generar riquezas para cancelar es módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.


Tales cuestiones metafísicas, desde luego no nos inquietan a los Indo americanos.


Pero si exigimos la firma de una Carta de Intewnción que discipline a los pueblos deudores del viejo continente y del primer mundo, y que los obligue a cumplir sus compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica..."


Cuando el Cacique Guaicaipuro Cuatemoc dio su conferencia ante la reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Europea, no sabia que estaba exponiendo una tesis de Derecho Internacional para determinar la VERDADERA DUEDA EXTERNA, ahora solo resta que algún gobierno latinoamericano tenga el valor suficiente para hacer el reclamo ante los tribunales Internacionales.